Él rector de la universidad austral (UACh) Hans Richter presentó su dimisión de su cargo este lunes a mitad de la crisis administrativa y económica que recorre la casa de estudio.
El pasado 7 de marzo, el Consejo Académico de la UACh solicitó por unanimidad su renuncia, cuestionando su manejo de la crisis financiera, pero el académico presentó una licencia médica de 30 días, debiendo retomar sus labores este lunes, cuando finalmente decidió presentar su renuncia.
El doctor en biología celular y molecular ocupaba el cargo desde julio de 2021 y que debía extenderse hasta 2025. En tanto, el Prorrector José Dörner asumió el cargo de vicerrector.
A través de una carta enviada a la comunidad universitaria, Richter declaró que «los esfuerzos realizados (…) para avanzar en la estabilización financiera, la optimización administrativa y la preparación del plan de recuperación han requerido una gestión agotadora, compleja y desafiante, con un gran desgaste profesional, familiar y personal».
Por ello, continuó la autoridad saliente, “como una forma de facilitar la ejecución de las difíciles medidas y cambios que deben implementarse en los próximos dos años en la Universidad, hoy he presentado mi renuncia”.
«No es fácil dirigir una institución altamente compleja en condiciones materiales adversas. impuesto por una voluminosa deuda a 30 años desde 2019, debilidades históricas de gestión en el ámbito académico y financiero, además de la sobre los costos asociados con la pandemia del Covid-19 y el alta inflación de los años 2021 y 2022”, anotó.
A mediados de noviembre pasado, el Superintendencia de Educación Superior (SES) presentó cargos contra la UACh, además de resolver que debía presentar un plan de recuperación en 60 días, lo cual ocurrió el 15 de febrero.
El viernes pasado el SES aprobó el plan de recuperación financiera presentado en febrero por la institución, que registra una deuda de más de 91 mil millones de pesos, indicando que debe implementarse «de inmediato», que incluye «acciones financieras, medidas académicas urgentes y el establecimiento de una unidad de seguimiento que garantice el cumplimiento integral de lo mismo».
Aún así, los sindicatos de docentes y funcionarios han revelado que cerca de 700 trabajadores (de un total de 3.000) podrían ser despedidos de la institución en los próximos meses, para poder implementar dicho plan.
