mayo 5, 2024

El coche de Yosuke Takahata es poco convencional: su carrocería está decorado con dibujos de unas chicas waifus y pelo largo, un personaje animado. Esta práctica, antes considerada vergonzosa, está ganando adeptos en Japón. El vendedor de autos de 31 años es parte de una comunidad masculina japonesa que puede gastar el equivalente a varios miles de dólares para personalizar sus vehículos con imágenes de sus cómics favoritos y que este 2023 se ha convertido en tendencia para las rotulaciones de coches con temática anime.

Estos autos, motos o caravanas son llamados «itasha», una palabra que podría traducirse aproximadamente como «automóvil vergonzoso» y que refleja la mala reputación de esta moda que nació en el país en la década de 2000. Pero las mentalidades han evolucionado y el anime, el manga o los videojuegos, antes considerados subculturas, ahora gozan de un mayor reconocimiento en la sociedad japonesa.

Este tipo de envoltura protege la pintura de su automóvil. Foto: AFP

Para decorar su lujoso Jaguar XJ, Takahata eligió a Daiwa Scarlet, un personaje de la franquicia «Uma Musume Pretty Derby», en la que los caballos de carrera se convierten en chicas esbeltas. «Ella es el personaje que me gusta y eso es todo lo que importa», dice Takahata, quien afirma que si le importaran los chismes, «no podría conducir a ninguna parte».

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Entre «cosplay» y tuning

«Es una extensión de la práctica de tener la imagen de un personaje en tu teléfono», según Shota Sato, otro vendedor de autos de 26 años que también es fanático de la práctica.

“Itasha Tengoku”, la gran cita anual de este género en Tokio, reúne hasta mil vehículos decorados con este estilo, a medio camino entre el “cosplay” (disfrazarse de personajes de la cultura anime) y el tuning. Muchos propietarios de vehículos expuestos llevaron la coquetería más allá de la carrocería, con las ruedas, los motores y el interior también decorados al estilo anime.

Estampados Waifus es lo que más piden. Foto: AFP

El organizador del evento, Kenichi Kawahara, quien edita una revista dedicada a este fenómeno, explica que esta cultura se desarrolló de manera natural entre los jóvenes, hombres “más del 99%”, apasionados por los autos y el anime. Pero esta pasión no viene gratis: hay que contar con hasta un millón de yenes (unos 7.500 dólares) para una decoración «itasha» completa. Algunos ahorran un poco conectando el vinilo ellos mismos, pero la mayoría confía la tarea a una tienda especializada.

Hasta diez días hábiles para una rotulación de coche

Naoya Imai dirige uno de estos negocios en Tokio y muchos de sus clientes son propietarios de «itasha». Realiza el diseño de acuerdo con el propietario, lo imprime en vinilo adhesivo y lo aplica al vehículo.

La alineación de las letras y otros detalles hacen de este un proceso laborioso que puede llevar hasta diez días. Según Imai, no basta con enganchar al personaje al cuerpo, se necesita cierto sentido del diseño para crear el ambiente perfecto. El creciente reconocimiento de esta cultura en la actualidad hace que cada vez más propietarios «quieran sobresalir» aún más y traten de lograr que incluso completos extraños admiren sus vehículos, dice Imai.

En las exposiciones decenas de autos lucen así. Foto: AFP

Ver el producto final puede ser emotivo para propietarios como Ryosuke Nakano, de 29 años, quien confió su Nissan Skyline al taller de Imai para una decoración completa de la carrocería.

Ya había pegado calcomanías «itasha» más discretas en la parte trasera del automóvil, pero nada comparado con el trabajo de Imai, que colocó personajes enormes de la serie animada «Lycoris Recoil» en la parte delantera y los costados. «Tengo un poco de miedo de la reacción de la gente cuando vea esto», admite Nakano a la AFP. «Pero no me importa. Es lo que me gusta».

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