Su visita a esa ciudad se retrasó por otras, pues los cordobeses del PRO lo esperaban unos días antes. Sin embargo, estaría pisando a Marcos Juárez el próximo jueves, casi al final de la campaña y el inicio de la sanción.
Con estos dos importantes líderes, el PRO intentará conseguir votos que se disputan puerta a puerta ya que la diferencia en las últimas encuestas revela distancias de no más de mil votos entre Verónica Crescente (PJ) y Sara Majorel (PRO). Aunque el tiempo ya le juega en contra a la administración municipal que ostenta la permanencia desde hace casi ocho años.
El paso de Verónica Crescente al PJ parecía haber sido un golpe demasiado difícil de digerir y levantar para el partido que integra Juntos por el Cambio. Y para los demás también.
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la libertad enojada
En las últimas horas se conoció que el traslado del candidato no solo afectó al PRO, sino que generó el lamento de los libertarios y Javier Millas. Al parecer, la propuesta del economista cordobés habría tenido la intención de acercarse a Crescente, una vez que esta rompió relación con Pedro Dellarossa (alcalde).
Sin embargo, el contacto no se concretó a pesar de que Javier Milei buscaba candidatos en la ciudad de Córdoba para poder apuntalar su fenómeno en el interior del país. La elección de Marcos Juárez parecía ser una buena oportunidad para mostrar una propuesta competitiva en un circuito electoral más pequeño y por lo tanto más controlable.
El hecho habría provocado algunos cortocircuitos de Javier Milei con algunos de sus referentes en Córdoba. Puntualmente los encargados de incorporarse a las filas de La Libertad Avanza.
PJ con la misma formula
Por su parte, Hace por Córdoba y el schiarettismo dan por hecho llegar con ventaja al domingo 11 de septiembre, cuando Verónica Crescente represente la propuesta de Juan Schiaretti para Marcos Juárez. Tanto es así, que el gobernador de Córdoba estará nuevamente presente en los últimos días de campaña, constituyendo su cuarta visita oficial en las últimas semanas.
Aunque no todo es calma. En el búnker del PJ saben que el PRO hizo méritos para que haya un descuento importante de puntos en las encuestas.
De hecho, la diferencia llegaba a los 15 puntos, aunque ahora ronda los 7. Y por eso, no quieren ser inocentes.
Para blindar la elección, Juan Schiaretti apelará a la misma fórmula que usó siempre, caminando con calma las últimas horas de campaña. Y probablemente incluso esté usando su famosa chaqueta roja de victoria.
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