Kering, la compañía francesa de artículos de lujo propietaria de marcas como Balenciaga, Alexander McQueen e Yves Saint Laurent, sorprendió a la industria de la moda esta semana cuando anunció una reorganización radical de sus rangos superiores, incluida la salida de Marco Bizzarri, el director ejecutivo de Gucci, la principal marca de Kering.
La medida se produjo en medio de un año de disminución de las ventas y el rendimiento de las acciones. Pero el conglomerado dirigido por el multimillonario François-Henri Pinault también está bajo la presión de Bluebell Capital Partners, un fondo de cobertura activista en Londres que se ha enredado antes con titanes del lujo, dijo una persona con conocimiento del asunto que habló bajo condición de anonimato.
Kering se negó a comentar.
Los activistas se han vuelto contra la industria del lujo en los últimos años. Third Point de Dan Loeb, así como Artisan Partners, pidieron un cambio en Richemont, el propietario de marcas de joyería como Cartier y Van Cleef & Arpels. Pero la más activa recientemente es Bluebell, una firma de $ 250 millones de cuatro años que también ha apuntado a Richemont y la marca de moda Hugo Boss. (Bluebell también ha impulsado el cambio en BlackRock y el gigante farmacéutico GlaxoSmithKline).
Bluebell no logró persuadir a los accionistas de Richemont para que agregaran a Francesco Trapani, el ex director ejecutivo de Bulgari, como director, pero el conglomerado acordó dar más influencia a los inversionistas públicos.
Bluebell tiene un objetivo ambicioso para Kering. Aunque el fondo de cobertura está buscando una serie de cambios en el conglomerado y en Gucci, también propuso una fusión con Richemont, dijo la persona con conocimiento de las discusiones.
Pero hacer realidad el trato no será fácil. El fundador de Richemont, Johann Rupert, dijo en mayo que no estaba interesado en una fusión y que había rechazado tal propuesta hace dos años. Puede que el Sr. Pinault tampoco esté interesado. Además, ambas compañías de lujo están controladas por sus familias fundadoras, lo que hace que sea casi imposible que los inversionistas externos prevalezcan en las elecciones corporativas.
Bluebell espera que los inquietos accionistas se unan a su impulso. El precio de las acciones de Kering ha sido eclipsado por rivales como Hermes y LVMH en el último año, mientras que las ventas aumentaron solo un 1 por ciento, a 5.080 millones de euros (entonces $ 5.580 millones) en el primer trimestre. Pero las acciones de Kering subieron más del 7 por ciento el miércoles después de que Bloomberg informara por primera vez sobre los esfuerzos de Bluebell.
