mayo 3, 2024

04/01/2023 a las 17:10

TEC


La primera semana de carrera está siendo muy extrema, con continuos sobresaltos y alternancias diarias

Vuelve a estar de moda el debate sobre qué Dakar fue más duro, pero no hay discusión sobre la dureza y exigencia que requiere esta prueba de auténtica locura

El Dakar es probablemente la carrera más dura, exigente y compleja del mundo del automovilismo y su 45ª edición lo avala. Los hechos y las alternancias en la clasificación se suceden a una velocidad vertiginosa. Esta primera semana está siendo más extrema de lo esperado. Etapas largas, con muchos kilómetros, arena, piedras y, para poner a prueba a todos, un fuerte temporal que obligó a cancelar parte de la tercera especial por inundación. Y aviso a los navegantes: Por delante quedan las imponentes dunas de la segunda semana que pueden convertirse en todo un espectáculo.

No se puede comparar el Dakar que se disputó en África con el de Sudamérica o el actual de Arabia Saudí. Los tiempos cambian Las máquinas han evolucionado, la tecnología ha avanzado de una forma inimaginable y también el ritmo de carrera, con lo que considero que la comparación no tiene lugar. Ni la tercera etapa de esta edición ha sido la más dura de la historia de la carrera, ni los pilotos actuales son ‘niños’ frente a los aventureros de hace cuatro décadas.

El Dakar tiene sus tiempos. El original es el africano, sin duda, porque de ahí nació la leyenda. Recuerdo etapas en las que por la noche ningún piloto había llegado al remoto campamento perdido en la inmensidad del desierto y ASO neutralizaba etapas para reagrupar a sus participantes. La asistencia fue reducida, todos nos trasladamos en tiendas de campaña y la restauración obligada fue el rancho de la organización. Las comunicaciones estaban totalmente controladas y hablar por teléfono o enviar un fax costaba un ojo de la cara.

AVANCES TECNOLÓGICOS

En Sudamérica, donde había que soportar largas conexiones -más de 500 km- con temperaturas bajo cero, aparecieron los hoteles y las primeras autocaravanas. Aumentó la velocidad de la carrera, vías alternativas de asistencia, descubriendo Wi-Fi y redes sociales, mientras aumentaban las comodidades al establecer la mayoría de vivacs en las grandes ciudades.

Arabia Saudí ha experimentado una nueva transformación. Había que limitar la velocidad porque el ritmo era brutal, para navegar solo se puede utilizar la ayuda que ofrece la organización, los enlaces largos han desaparecido en gran medida y las autocaravanas han crecido como hongos. La dureza se mantiene, pero es diferente. Hay mayores facilidades, pero esto lo encontramos en todos los deportes, aunque eso no quiere decir que el Dakar haya dejado de ser un sueño, una aventura única e inolvidable.

La tercera etapa, que tenía un cronometrado de 447 km, se vio afectada por lluvia, granizo, frío y viento que dejaba escenas insólitas a una prueba no muy acostumbrada a este tipo de…

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