mayo 19, 2024

La producción de cereales para 2023 presenta un panorama complejo. La falta de humedad a raíz del evento de la Niña hace que la superficie sembrada descienda en la nueva campaña y augura la menor producción de grano en 5 años. Esa es la conclusión de un amplio informe elaborado por los expertos de la Bolsa de Comercio de Rosario, Tomás Rodríguez Zurro y Julio Calzada.

Esta menor producción lleva a una caída en la proyección de exportaciones de granos y derivados argentinos para el próximo año en términos de volumen. Según estas estimaciones preliminares, la exportación de los principales productos agrícolas sumaría cerca de 82 Mt en el ciclo 2022/23, muy por debajo de las más de 100 Mt estimadas para la campaña 2021/22.

Ante este escenario poco auspicioso para las exportaciones en términos de volumen, el valor de exportación proyectado de los principales productos agrícolas para el próximo año también se ve afectado.

En primer lugar, cabe mencionar que 2022 apunta a cerrar con un récord histórico de exportaciones para el sector. Las exportaciones efectivas de los principales granos y derivados cerrarían el año en alrededor de US$41.500 millones, superando el récord del año anterior (US$38.000 millones en 2021).

Sin embargo, con base en los precios y volúmenes actualmente proyectados para 2023, se esperan exportaciones efectivas de granos y derivados por US$37.500 millones, casi US$4.000 millones menos que lo estimado para el cierre del año. Es necesario considerar que en la estimación de envíos al exterior para 2023 impactan dos campañas por grupo de cultivos. En el caso de cultivos de invierno, impacta la producción del ciclo 2022/2023 y el futuro 2023/2024. En el caso de los cultivos de verano, los resultados productivos de los ciclos 2021/2022 y 2022/2023 impactan en las exportaciones en 2023. Estas son estimaciones de exportación por año calendario (enero a diciembre de cada año).

Asimismo, cabe aclarar que esta es una proyección preliminar que seguramente se verá afectada por lo que termine sucediendo con el clima en los próximos meses y el impacto que pueda tener en la producción agrícola del país.

Sin embargo, para el 2023 se espera que la liquidación de divisas en la agricultura caiga en una magnitud mayor a la caída de las exportaciones efectivas, precisamente por lo mencionado sobre los efectos de la implementación del PIE I ​​y PIE II. Para el nuevo año se espera una liquidación de US$ 33.350 millones en el sector, frente a US$ 37.550 millones de exportaciones. Aun así, 2023 podría estar por encima de la media de la última década.

Finalmente, este último gráfico presenta la distribución mensual de la liquidación de divisas del sector para los últimos cinco años y la proyección para 2023. En primer lugar, cabe mencionar los dos picos en 2022, el primero en septiembre y el segundo en diciembre, que corresponden a los mencionados PIE I ​​y PIE II.

Para 2023, en tanto, se aprecia que los primeros meses del año estarían por debajo de lo obtenido en el mismo mes en los últimos años, producto de los efectos de los Programas de Incremento de Exportaciones. Sin embargo, con el inicio de la nueva campaña bruta se recuperaría, volviendo a niveles similares a los de los dos últimos años.

Sin embargo, para el 2023 se espera que la liquidación de divisas en la agricultura caiga en una magnitud mayor a la caída de las exportaciones efectivas, precisamente por lo mencionado sobre los efectos de la implementación del PIE I ​​y PIE II. Para el nuevo año se espera una liquidación de US$ 33.350 millones en el sector, frente a US$ 37.550 millones de exportaciones. Aun así, 2023 podría estar por encima de la media de la última década.

Finalmente, este último gráfico presenta la distribución mensual de la liquidación de divisas del sector para los últimos cinco años y la proyección para 2023. En primer lugar, cabe mencionar los dos picos en 2022, el primero en septiembre y el segundo en diciembre, que corresponden a los mencionados PIE I ​​y PIE II.

Para 2023, en tanto, se aprecia que los primeros meses del año estarían por debajo de lo obtenido en el mismo mes en los últimos años, producto de los efectos de los Programas de Incremento de Exportaciones. Sin embargo, con el inicio de la nueva campaña bruta se recuperaría, volviendo a niveles similares a los de los dos últimos años.

Finalmente, es necesario aclarar que esta proyección supone un curso normal de la política de comercio exterior para el próximo año, es decir, no considera posibles nuevas implementaciones de Programas de Incremento de Exportaciones o similares. Asimismo, se asume que las ventas de granos por parte de los productores se desarrollan con normalidad, manteniendo la tasa promedio histórica.


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