La semana sigue con tiempo seco en el país y el retraso en la siembra de soja ya es de 20 puntos, mientras que antes sería solo del 20%. Sumado a la poca siembra, estos cultivos sufren por el calor y la falta de lluvia. El profesor e investigador del Centro de Agronegocios de la Universidad Austral, Dante Romano, cree que la sequía seguirá generando preocupación por el retraso en la siembra y en el comercio nacional e internacional de granos.
“El gobierno, necesitado de reforzar las reservas y la recaudación de impuestos, atacó con una nueva versión del dólar de la soja, esta vez a 230 vs. 165 del precio oficial. La medida también estuvo acompañada de un aumento del diferencial arancelario para el aceite y la harina”, explica Dante Romano y agrega: “pero los productores son más líquidos, les queda menos soja y temen por la sequía. Quizá por eso, el objetivo del gobierno se fija en recaudar 3.000 millones de dólares, casi la mitad de la edición anterior”. Cabe recordar que en septiembre la liquidación de divisas alcanzó los US$ 8.000 millones.
El nuevo dólar de la soja presiona los precios a nivel internacional. En concreto, el nuevo tipo de cambio sería de 320 y también se establece un diferencial arancelario para la industria de 3 puntos.
Romano abunda en esta nueva edición de la medida: “El dólar de la soja genera mayor intención de venta, mejora los márgenes de exportación y esto, a su vez, tiene un menor impacto en los precios internacionales. Se espera que, como sucedió en la versión anterior, el precio en pesos suba, pero menos que proporcionalmente, generando un menor valor en dólares. Si bien muchos venderían para recomprar posiciones diferidas, apostando a que nuevamente esto duraría un tiempo relativamente corto.
Por último, respecto al mercado internacional, Romano analiza diferentes variables: “El aumento de casos de COVID en China es preocupante, no solo por los posibles nuevos confinamientos sino también por la menor demanda que esto puede ocasionar. El tiempo en EE. UU. está mejorando para el trigo y en Brasil la siembra va bien».
