A estas alturas de la vida nadie puede argumentar que el Chavo del 8 ha sido uno de los grandes serie Hispanohablantes a lo largo de la historia. Pasan los años, pasan las décadas y los episodios creados por el comediante chespirito Siguen reproduciéndose en diferentes medios y pasan de generación en generación de niños. Y por supuesto las palabras que se “inventaron” en el famoso barrio mexicano también fueron claves para ello. En este artículo repasaremos los cinco más populares.
La garrotera es una de las palabras más divertidas del niño de 8. Este es un tipo de ataque que agarraría al niño cuando estuviera asustado o cuando quisiera evitar hacerse cargo de una situación. El personaje de Chespirito comenzó a endurecerse, agacharse y terminó en una posición muy particular hasta que uno de sus amigos le arrojó agua para que se fuera.
Otra palabra que marcó a los espectadores del niño de 8 era chanfle. Para cualquiera podría significar golpear un balón de fútbol con efecto, pero no tenía el mismo significado en la serie mexicana. En el barrio usaban esta palabra como expresión de sorpresa ante algún hecho bueno o malo ocurrido dentro de los cientos de capítulos de la historia escrita por Roberto Gómez Bolaños.
Un poco menos lograda que las anteriores, pero no menos divertida. Por supuesto, fue una de las palabras en el niño de 8 que era más difícil de pronunciar ya que fue completamente inventado por Chespirito. Esta expresión nació en el capítulo “Examen con los padres” donde el protagonista de la tira hace un dibujo para su prueba que es cuestionado por el profesor Jirafales y, para escapar de la situación, dice que ella es una chiforimpula.
Otra de las palabras más famosas dentro del Chavo del 8, generalmente pronunciado por Doña Florinda o por Quico para referirse despectivamente a los demás habitantes del barrio, especialmente al odiado Don Ramón. El significado sería una persona que se entromete en asuntos que no le conciernen. Incluso el propio Quico tuvo un discurso donde dijo “chusma, chusma” y luego golpeó a don Ramón en el pecho.
«Se produjo una chispa», fue una de las palabras que el hombre probablemente pronunció con más frecuencia. Chavo del 8 a lo largo de los cientos de capítulos. Generalmente el tonelero lo pronunciaba cuando decía algo incorrecto o se equivocaba y era evidente para todos. El ejemplo más clásico fue cuando todos estaban hablando en la clase del profesor Jirafales pero de repente se quedaron en silencio a excepción de Chavo, de 8 años, quien terminó diciendo algo inapropiado.