mayo 24, 2024

Corría el año 2020 y mientras el mundo entero se encontraba confinado enfrentando una de las peores crisis de su historia, debido a la pandemia del Covid-19, la periodista y documentalista colombiana Margarita Martínez se embarcaba en una de las mejores experiencias de su vida. .

Su mente inquieta ignoraba el confinamiento ordenado por las autoridades sanitarias y soñaba con hacer un documental* en homenaje a la miles de mujeres en colombia han tenido que llevar el peso de la guerra sobre sus hombros.

“Llevo mucho tiempo haciendo documentales y siempre he tenido mujeres en ellos. Cuando se firmó el Acuerdo de Paz en La Habana, hice uno y no incluí nada de género. Era un acuerdo tan complejo que no era fácil incluirlo todo. Las mujeres de La Habana me exigían mucho y sabía que en algún momento tendría que saldar esa enorme deuda que les debía”, recuerda Margarita.

Grabar un documental en plena pandemia, para muchos fue una locura. Pero sin pensarlo, encontró a las aliadas perfectas que la ayudarían a llevar a cabo este sueño: “ONU Mujeres y la Embajada de Suecia abrieron una licitación para realizar un documental sobre mujeres constructoras de paz. Cuando me enteré salté de felicidad, porque era la posibilidad de incluir todo lo que hacemos las mujeres, tanto en la guerra como en la construcción de la paz”.

El rodaje comenzó en septiembre de ese mismo año y según cuenta Margarita, la emoción fue tan grande como el miedo a contagiarse del virus. Cada grabación debía cumplir con las normas sanitarias del momento y las complejidades de acceso a los territorios.

“Apenas abrieron los aeropuertos en el 2020, casi salimos en el primer avión que había para Putumayo para grabar el primer grupo de mujeres en la ciudad de Puerto Asís, luego en Mocoa y luego nos fuimos en carro al departamento del Cauca y Por miedo a contagiarnos a alguien o a contagiarnos, volvimos del Cauca a Bogotá en carro”, cuenta la documentalista colombiana, quien ganó el premio María Moors Cabot a la excelencia periodística en 2016 y fue Becario Nieman en la Universidad de Harvard en 2009.

Rodaje del documental Cuando las aguas se juntan.

Rodaje del documental Cuando las aguas se juntan.

La realidad más rica que la imaginación.

Fueron meses intensos de grabación. Quizás una de las experiencias más impactantes de su carrera como documentalista: “La realidad siempre es más rica, más compleja, mucho más interesante que cuando la estás imaginando, casi siempre te sorprende. Uno de mis grandes honores es conocer casi todo este país, sin embargo, uno siempre llega y se sorprende con las historias que uno se encuentra”.

Margarita entrevistó a madres, hijas, hermanas y esposas que han vivido en carne propia el conflicto en Colombia, mujeres que, según ella, impactan por su creatividad, resistencia, resiliencia y perseverancia, pero que paradójicamente Han vivido invisibles a lo largo de estos años..

Como Mayerlis Angarita, de Narrar para Vivir, una de las protagonistas de este documental: “Llevar la voz de la esperanza era el objetivo de esta película. Somos el testimonio vivo de lo que fue la guerra y de nuestras apuestas para romper los ciclos de violencia en Colombia”.

Agradecida con las mujeres que decidieron contar su historia frente a la cámara, la cineasta afirma que «Colombia ha una deuda histórica con sus mujeres. Ellos han llevado la guerra. Sobreviven, están a cargo de sus familias, hijos, sobrinos. Podría decir que como antorchas han estado buscando un camino”.

En 85 minutos, el documental logró condensar historias e imágenes desgarradoras, titulado Cuando las aguas se encuentran. “Dentro del movimiento de mujeres se dice que la fuerza está en unirnos, como el gran río Amazonas, que está formado por cientos de riachuelos”, explica la directora.

Al respecto, Bibiana Aído Almagro, titular de ONU Mujeres en Colombia, asegura que “la lucha incansable de todas las mujeres y sus organizaciones, que vemos reflejada en el documental, es una muestra del poder transformador que tenemos las mujeres en la sociedad. Sin su empeño, la Colombia que hoy se abre ante nuestros ojosplurales, incluyentes, con claras intenciones de paz y comprometidas con los derechos de las mujeres en toda su diversidad, no seria posible”.

Por su parte, María Noel Vaeza, directora regional de ONU Mujeres para las Américas y el Caribe, destacó que “este documental es una forma innovadora de conectar, empatizar, dignificar y reconocer el increíble trabajo que han hecho las mujeres en el conflicto. Lo colombiano Las mujeres en su diversidad han vivido se refleja aquí para dar ejemplo al mundo de heroísmo, empatía y solidaridad”.

Rodaje del documental Cuando las aguas se juntan.

Rodaje del documental Cuando las aguas se juntan.

Historias de sanación y perdón.

El documental destaca la historia de sanación y perdón de las integrantes de la Asociación de Mujeres del Oriente Antioqueño, que contar cómo se ayudan mutuamente a superar el duelo.

“Para nosotras fue impresionante reconocernos en la pantalla con tantas mujeres, muchas de las cuales no conocíamos y con las que coincidimos en la lucha por la defensa de la vida, la justicia y la paz, sin importar el territorio que todas compartimos que objetivo. común a lo largo de los años, esperando que las nuevas generaciones no tengan que repetir la historia”, dice Clemencia López, de la Mesa de Organizaciones de Mujeres de Soacha.

También se anuncia una escuela en el departamento del Chocó para mujeres que quieran hacer política. “Nos hacen su reflexión sobre lo difícil que es para las mujeres entrar en la vida pública, la permanencia en ella y los obstáculos a los que se enfrentan. Es un reflejo de la desigualdad de género en nuestro país”, dice Margarita.

El audiovisual también cuenta las historias de vida de Fátima y Yuli, dos valientes mujeres que han vivido el conflicto desde dos orillas distintas: una luchando para que los grupos armados no se lleven a sus hijos reclutados y otra insistiendo en que la economía de la la hoja de coca debe transformarse en una colectiva.

“Sin duda, con este documental aprendí el valor de la resistencia, de la perseverancia. Aprendí que solos no hacemos nada; que solo cuando las aguas se juntan y crecen, somos capaces de fluir y transformarnos”, concluye Margarita, para quien este documental es uno de los más importantes de su carrera.

*El documental Cuando las aguas se encuentranque destaca el papel transformador que tiene la participación de la mujer en la consecución de la paz, está en las carteleras nacionales de Colombia y tendrá funciones en Argentina, Brasil, Costa Rica, Ecuador, Madrid, México, Perú y Venezuela.  

Reportaje elaborado por Paola Rojas Camacho…

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