El ciclo del trigo llega a su fin con malos números en la Zona Núcleo. Aunque han sido mejores que el desastre del año pasado, están lejos de lo que se esperaba en la siembra.
Desde el GEA, dependiente de la Bolsa de Comercio de Rosario, recordaron que el ciclo comenzó con una siembra que en la región cerró con un millón de hectáreas, lo que representó la menor superficie triguera de los últimos ocho años. Al principio, la necesidad financiera del sector tras la sequía obligó a muchos a plantar cereales incluso sin tener el mínimo de agua requerido en los suelos (hacia finales de abril, el 80% de los suelos de la región se encontraban entre la sequía y la escasez de agua) . Se esperaba alcanzar un rendimiento normal, esperándose una rápida recarga en septiembre, pero no sucedió. Sí, hubo lluvias a finales de mayo que recargaron de humedad la mitad oriental de la región. Y allí se pudo sembrar todo lo previsto e incluso agregar algunos lotes más en esa franja.
“Sin embargo, la caída dejó un déficit de 50 a 85 mm en el occidente, dejando 100.000 hectáreas fuera de los planes de siembra. De esta manera, la superficie triguera cerró con un 23% menos de superficie que el año pasado”.
La falta de agua acechó al cultivo durante casi todo el ciclo agrícola y recién a partir del 20 de octubre comenzaron a producirse lluvias importantes. Pero además, las heladas llegaron en momentos sensibles y siguieron empeorando el cereal.
«De esta manera, se calcula un rendimiento promedio de 27 qq/ha para la región, cuando se esperaba llegar a casi 39 qq/ha. Con una superficie no cosechada de casi 100.000 ha, se estima una cosecha de 2,44 Mt frente a los 3,8 M proyectados con un clima normal», anticiparon los expertos. Y, situando estos datos en el renglón histórico reciente del trigo, se observa que si bien la producción muestra una recuperación respecto al año anterior, hay una caída del 50% respecto a la media producida en las 7 campañas anteriores.
«Lamentablemente es una cifra histórica en 12 años porque será el segundo peor rendimiento de trigo para la región después del desastre ocurrido hace un año», señalaron. Un rendimiento inferior a 29 qq/ha (la sequía extrema de 2022 dejó solo 15 qq/ha) es un mal indicador para la zona ya que debemos referirnos a las campañas 2012/12 y 2020/21 en la región para encontrar promedios de 29,8 qq /Ja. En términos históricos, el trigo 2023/24 rendirá un 31% menos que el promedio de los últimos 5 años (39 qq/ha).
