mayo 23, 2024

El nuevo informe de Naciones Unidas Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional 2022 asegura que el 22,5% de las personas en América Latina y el Caribe, es decir, unos 131,3 millones de personas, no cuentan con los medios suficientes para acceder a una alimentación saludable.

En el Caribe, este porcentaje se dispara al 52% de la población mientras que en Mesoamérica la cifra es del 27,8% y en Sudamérica del 18,4%.

Esto representa un aumento de ocho millones con respecto a 2019, debido a un mayor costo promedio diario de este tipo de dieta en América Latina y el Caribe en comparación con el resto de regiones del mundo, alcanzando un valor de 4 en el Caribe. .23 dólares, seguido de Sudamérica y Mesoamérica con 3.61 y 3.47, respectivamente.

La falta de acceso económico o asequibilidad de una dieta saludable que se observa en toda la región también se asocia con diferentes indicadores socioeconómicos y nutricionales.

Desigualdad, pobreza e inflación

El informe presenta una relación clara entre el nivel de ingresos de un país, la incidencia de la pobreza y el nivel de desigualdad.

El informe también reveló que el aumento de los precios internacionales de los alimentos experimentado desde 2020, especialmente tras el inicio del conflicto en Ucrania, y el repunte de la inflación de los alimentos por encima de la media general, han aumentado las dificultades para que las personas puedan acceder a una alimentación saludable.

El informe incluye análisis de políticas y recomendaciones para mejorar la disponibilidad y asequibilidad de alimentos nutritivos, principalmente para apoyar a las personas más vulnerables y los hogares de bajos ingresos que gastan una mayor parte de su presupuesto en alimentos.

actuaciones

Sin embargo, Mario Lubetkin, subdirector y representante regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación en América Latina y el Caribe, señala que “ninguna política por sí sola puede dar la solución a este problema. Necesario fortalecer los mecanismos de coordinación nacional y regional para responder al hambre y la desnutrición”, dijo

Y agregó que, para contribuir a la asequibilidad de las dietas saludables, se requiere:

  • incentivar la diversificación de la producción de alimentos nutritivos dirigidos principalmente a la agricultura familiar y pequeños productores
  • medidas para la transparencia de los precios de estos alimentos en los mercados y el comercio
  • transferencias monetarias y otras acciones como la mejora de los menús escolares

Las políticas comerciales y de mercado pueden desempeñar un papel clave en la mejora de la seguridad alimentaria y la nutrición, ya que que a través de una mayor transparencia y eficiencia se reduce la incertidumbre y se mejora la previsibilidad y estabilidad del comercio agroalimentario interregional.

La dieta saludable más cara

“Estamos hablando de la región del mundo con la dieta saludable más cara, que afecta especialmente a las poblaciones vulnerablescomo pequeños agricultores, mujeres rurales y poblaciones indígenas y afrodescendientes, quienes destinan un mayor porcentaje de sus ingresos a la compra de alimentos”, explicó Rossana Polastri, directora regional del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola.

Polastri propuso “para revertir esta situación”, impulsar soluciones innovadoras que diversifiquen la producción y aumenten la oferta de alimentos saludables, mejorando el acceso de los pequeños productores a los mercados y alimentos de calidad”.

El informe también describe cómo algunos programas de protección social sensibles a la nutrición han funcionado y son esenciales para apoyar las dietas de la población más vulnerable, particularmente en situaciones de crisis.

La inseguridad alimentaria seguirá aumentando por la crisis de precios de alimentos y combustibles provocada por el conflicto en Ucrania y las secuelas del COVID-19”, dijo Lola Castro, directora regional del Programa Mundial de Alimentos.

Castro dijo que es imperativo actuar ahora, «apoyando a los gobiernos para que amplíen las redes de protección social» y recordó cómo la pandemia demostró precisamente que la protección social es útil para mejorar la asequibilidad de una alimentación saludable «evitando que crisis como esta golpeen aún más a la población». poblaciones afectadas.

Etiquetado, subvenciones e impuestos

Otras políticas alimentarias, como el etiquetado nutricional, el subsidio de alimentos nutritivos y el gravamen de alimentos con alta densidad energética y bajo valor nutricional que no contribuyen a dietas saludables, podrían desempeñar un papel en la asequibilidad de dietas saludables y prevenir enfermedades relacionadas con el sobrepeso y la obesidad.

“Debemos redoblar esfuerzos para combatir la desnutrición en todas sus formas promover políticas públicas para crear entornos de alimentación saludableeliminar las grasas trans de producción industrial, implementar etiquetas de advertencia frontal, regular la publicidad de alimentos no saludables, establecer impuestos a las bebidas azucaradas y apoyar políticas de alimentación saludable y actividad física en las escuelas”, consideró la ex directora de la Organización Panamericana de la Salud, Carissa F. Étienne.

Y explicó que “entender los factores que determinan las malas prácticas alimentarias es clave para encontrar soluciones y lograr que todos en la región puedan acceder a alimentos saludables”.

A mayor pobreza y desigualdad, menor alimentación saludable

Por ejemplo, los países con mayores niveles de pobreza y desigualdad suelen tener mayores dificultades para acceder a una alimentación saludable. Esto está directamente asociado con una mayor prevalencia del hambre, desnutrición crónica en niños y niñas y anemia en mujeres de 15 a 49 años.

En este contexto, Garry Conelli, director regional de UNICEF para América Latina y el Caribe, declaró que “para que los niños crezcan sanos, no solo es urgente asegurar la disponibilidad de alimentos nutritivos a precios accesibles. También es necesario desarrollar políticas públicas que garanticen una nutrición adecuada (…) focalizando las acciones en las poblaciones más vulnerables”.

Sigue aumentando el número de hambrientos en la región

El panorama socioeconómico de América Latina y el Caribe no es alentador; Los grupos de población más afectados son los niños menores de 5 años y las mujeres, ya que sufren una mayor prevalencia de inseguridad alimentaria que los hombres.

Entre 2019 y 2021el número de hambrientos en la región aumentó en 13,2 millonesalcanzando un total de 56,5 millones de personas en 2021,…

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