junio 17, 2024

Desbloquear el acceso a la financiación climática, especialmente en los mercados emergentes y las economías en desarrollo, es fundamental para cerrar la brecha de adaptación, proteger a los países más vulnerables al cambio climático y contribuir a un desarrollo con bajas emisiones de carbono. El jueves los participantes de la Mesa Redonda sobre Financiamiento Climático y la Transición Energética en América Latina y el Caribe.

El evento de dos días realizado en la sede de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en Santiago de Chile es uno de los cinco Foros Regionales sobre Iniciativas Climáticas para Financiar la Acción Climática y los Objetivos de Desarrollo Sostenible que sirven de preparación para la 27ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Clima (COP27).

Durante su intervención por videoconferencia, la secretaria general adjunta de Naciones Unidas advirtió que la región está “en una carrera contrarreloj”.

“América Latina y el Caribe debe contar con el apoyo necesario para acelerar una transición justa hacia las energías renovables. La región tiene un gran potencial para la generación de energía solar y eólica y debe recibir el apoyo de fuertes inversiones, incluida la capacidad de almacenamiento y una gran flexibilidad para adaptarse a las energías renovables”, dijo Amina Mohammed.

Por su parte, el Presidente de la COP 27 y Ministro de Relaciones Exteriores de Egipto, Sameh Shoukry, destacó que la promoción de nuevos instrumentos financieros y la previsibilidad del financiamiento climático en los países en desarrollo es fundamental para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París.

El embajador de la Unión Europea en Chile, León de la Torre, llamó a acelerar la transición global hacia economías y sociedades climáticamente neutras, resilientes, sostenibles y eficientes en el uso de los recursos, y mencionó la meta de la Unión Europea de reducir en un 55% las emisiones contaminantes 2050.

“Alinear los flujos financieros con un camino hacia bajas emisiones de gases de efecto invernadero y un desarrollo resiliente al clima es clave para impulsar el cambio hacia una economía y una sociedad climáticamente neutral y resiliente”, dijo.

En representación de la CEPAL, su secretario ejecutivo interino, Mario Cimoli, y el director de la División de Desarrollo Sostenible y Asentamientos Humanos de la Comisión, José Luis Samaniego, advirtieron que América Latina y el Caribe pasó de aportar el 8,3% de las emisiones globales contaminantes al 10% en unos años

“A la región tampoco le está yendo muy bien en términos de políticas públicas. Solo cuatro países aplican un impuesto al carbono estático y en niveles muy bajos. La discusión sobre el impuesto al metano aún no ha comenzado formalmente. Solo un país está aplicando un precio social al carbono en la inversión pública, aunque estamos tratando de avanzar para que este tipo de instrumentos sean adoptados por más países. Hay un campo enorme para lograr mejores avances”, aseveró.

Samaniego presentó un compendio con 55 proyectos distribuidos en 24 países de América Latina y el Caribe, que requieren una financiación de casi 16.000 millones de dólarescon un impacto de reducción de emisiones de CO2 de 24,6 millones de toneladas al año, equivalente al 0,6% de las emisiones regionales.

Los proyectos se centran en temas como la resiliencia en los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (SIDS), minerales críticos y estratégicos, electromovilidad y transición energética.

Se espera que el Mesa redonda sobre financiamiento climático y la transición energética en América Latina y el Caribe Activar procesos para concretar acuerdos de inversión entre los responsables de carteras de proyectos de los gobiernos de América Latina y el Caribe e instituciones financieras.

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