antes de lo devastador sequía que sufre el sector agroindustrial por tercer año consecutivo, el ministro de Desarrollo Agrario de la provincia de Buenos Aires, Javier Rodríguez, declaró en noviembre pasado la emergencia agropecuaria para 13 distritos de la provincia. De esta forma, se empezaron a planificar ayudas económicas para el sector.
Hoy, esas medidas contra sequía Fueron lanzados por cartera para los distritos de San Pedro, Rojas, Salto, Ramallo, Junín, Arrecifes, Alberto, Chascomús, Suipacha, Lobos, San Vicente, Magdalena y Dolores. La ayuda económica consiste en postergar el pago de los inmuebles rústicos, suspender los juicios de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y dar la oportunidad de deducir el 100% del impuesto a la renta por la venta forzosa de inmuebles.todo por culpa de las inclemencias del tiempo.
La primera de estas medidas consiste en la prórroga de la caducidad de los impuestos sobre los bienes, el capital o las utilidades de las explotaciones, y debe darse en el mismo período en que la emergencia agropecuaria fue declarada por la sequía y hasta el año siguiente a su terminación. Se aplica la suspensión de los juicios de la AFIP para el inicio de las causas de ejecución tributaria para el cobro de los impuestos adeudados.
Finalmente, al deducir el 100% del saldo tributario del impuesto a la renta, será para los beneficios de las ventas forzosas de ganado vacuno, ovino, caprino y porcino. En palabras de Rodríguez, “desde el gobierno provincial, en conjunto con el Estado nacional, estamos dando una respuesta integral para acompañar y asistir a los productores afectados por estos eventos climáticos adversos, ya que no solo se declaró emergencia, sino que se crearon diferentes herramientas tales como líneas de financiamiento y aportes no reembolsables”.
Sequía en medio país
Según el informe del Sistema de Información sobre Sequías para el Sur de Sudamérica (Sissa), casi el 55% del territorio argentino se encuentra afectado por la falta de lluvias. Este estrés hídrico coincide con lo destacado por la Organización Meteorológica Mundial: “el invierno de 2022 fue un 33,3% más seco de lo normal, y se convirtió en el 7º más seco desde 1961 y el 5º consecutivo en registrar falta de precipitaciones”.
El sector sugiere que el cultivo que más se exporta de nuestro país, la soyase verá afectada de manera muy significativa, ya que en la zona centro del país existen 45% menos de territorios plantados con esta planta. La Bolsa de Cereales de Buenos Aires estima una pérdida de exportaciones de hasta US$14.115 millones.