El panorama actual de los mercados de fertilizantes se parece mucho a una tormenta perfecta, según el análisis realizado por especialistas de la Bolsa de Comercio de Rosario como Guido D’Angelo, Florencia Poeta, Emilce Terré y Patricia Bergero
Un contexto de alta volatilidad en los precios y comercialización de fertilizantes tiene varios factores detrás: tensiones en las cadenas globales de valor, la crisis ruso-ucraniana, sequías y crecientes temores de una recesión global. Todo esto genera hoy precios mucho más altos para los fertilizantes, pero no por ello menos volátiles.
En este marco, Argentina viene importando menos toneladas de fertilizantes, con precios que se han más que duplicado. El desenlace bélico del conflicto ruso-ucraniano a fines de febrero provocó fuertes caídas en las importaciones de fertilizantes. La caída de estas compras al exterior se explica por el disparo de los precios internacionales hacia valores inusuales, debido a la importancia de Rusia en los mercados mundiales de fertilizantes.
Sin embargo, la situación productiva en Argentina para la campaña 2022/23 cambió enormemente de febrero a hoy. Esto afecta especialmente al maíz y al trigo, cultivos que en conjunto suman cerca de dos tercios del consumo de fertilizantes en el país. El grueso de la fertilización de estos cultivos clave para Argentina se da entre fertilizantes nitrogenados, como la urea, y fertilizantes fosfatados, como el fosfato monoamónico (MAP) y el fosfato diamónico (DAP).
Los altos precios internacionales y el complicado escenario de humedad del suelo son dos factores que se espera reduzcan el consumo de fertilizantes en el país para la campaña 2022/23. Tras un año 2021 que fue récord histórico en el consumo de fertilizantes, el 2022 acumula una caída en las importaciones de casi un 29% para los fertilizantes nitrogenados y un 14% en el caso de los fertilizantes fosfatados, de enero a agosto. El seguimiento de las importaciones es muy importante para el mercado argentino de fertilizantes, dado que cerca del 70% del consumo de fertilizantes en nuestro país son importaciones, tomando el promedio de los últimos cinco años.
Estimaciones desalentadoras
Con este panorama, los expertos del BCR presentaron una primera estimación del consumo de fertilizantes nitrogenados y fosfatados en maíz y trigo para la campaña 2022/23.
En cuanto a los fertilizantes nitrogenados, el uso de fertilizantes para la cosecha de trigo 2022/23 en Argentina caería a niveles no vistos desde la campaña 2017/18. En línea con la caída de las importaciones, se espera una caída del consumo de urea por hectárea en torno al 25%. Cabe señalar que habrá una campaña de trigo con un millón de hectáreas menos que el actual año comercial. En consecuencia, el consumo de nitrógeno en el trigo apunta a caer alrededor de un 36%.
También se espera que el maíz muestre menores dosis de urea, mientras persista la falta de lluvias. El consumo de nitrógeno en el maíz caería alrededor de un 29%, en menor medida que el trigo. La caída es de menor magnitud en vista de que la retracción de la superficie sembrada de maíz es menor que la que sufre el trigo: el maíz se encamina a la campaña 2022/23 con un 5,2% menos de superficie, mientras que el trigo cae más de un 14% .
En cuanto a los fertilizantes fosfatados se observan caídas de menor magnitud que los nitrogenados. Si bien el consumo de fosfatos como MAP y DAP puede explicarse por un menor consumo por hectárea, estos fertilizantes se consumen muy cerca de la siembra de los cultivos, principalmente como iniciadores. En consecuencia, la caída del consumo se explica con mayor fuerza por una menor superficie sembrada, por encima de un menor consumo por hectárea, especialmente en trigo.
En este contexto, se proyecta una caída en el consumo de fosfatos de alrededor de 23% para el trigo y casi 15% para el maíz. Es decir, en términos históricos, el panorama de consumo de fosfatos no muestra los mínimos que se observan en los productos nitrogenados. Sin embargo, la reducción en el uso de estos fertilizantes sigue siendo alta. Así, a nivel consolidado, la caída del consumo de fertilizantes fosfatados y nitrogenados en maíz y trigo pasaría de 4 Mt en 2021/22 a unas 2,9 Mt para el ejercicio 2022/23, una reducción total del consumo de cerca de 28 %

Metodología
Para el presente estudio se tomó como escenario base la campaña 2018/19, con datos exhaustivos de consumo por cultivo y tipo de fertilizante, información facilitada por Fertilizar. En base a este escenario, se estimó un crecimiento consolidado del consumo por hectárea para llegar a la campaña 2021/22, parámetro que se desprende de los datos de consumo anual de fertilizantes en Argentina, datos proporcionados por el CIAFA. Con la información del área sembrada por campaña se estimó consecuentemente el consumo de fertilizantes para maíz y trigo en la presente campaña.
A partir de ahí, se proyectó una caída en el uso de fertilizantes por hectárea en línea con la disminución de las importaciones que se ha venido observando. Multiplicando dicho consumo proyectado junto con las áreas decrecientes sembradas de maíz y trigo, se obtiene el número de consumo por cultivo presentado para la próxima campaña.
Además, se supone que el volumen de importaciones en 2022 se hace para consumir en la campaña 2022/23. Asimismo, es necesario resaltar que se considera que no existen cambios importantes en la forma de las funciones de demanda de fertilización por cultivo, tanto en términos de su participación en el consumo total, como entre las campañas consideradas.

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