abril 25, 2024

A una vecina de la ciudad, Nora Arena, le usurparon la casa hace tres años. Por orden de la Justicia, esa casa debe ser desalojada el 5 de agosto y podrá regresar a su hogar.

Durante 15 años vivió en otra casa familiar, que era de ella y todos sus hermanos. Pero en octubre de 2021 se remató esa casa y desde ese momento Nora quedó en la calle: “Tengo techo propio, pero está usurpado. Desde que se remató la otra casa, he estado viviendo en diferentes casas, pertenecientes a personas que me hicieron un lugar”.

Cuando finalmente recupera la casa que posee, para poder vivir en ella necesita la solidaridad de la población villamariense para acceder a muebles y bienes mínimos para vivir.

En el remate de la casa donde vivió hasta octubre también se subastaron sus muebles: “No tengo nada. Para poder vivir ahora necesitaría una jarra. Tampoco tengo cocina, refrigerador, ropa de cama o armario. También necesitaría un colchón y dos camas. Solo tengo un colchón y me voy a vivir con mi hija de 18 años. Lo único que tengo es un ventilador y una pequeña televisión”, dijo. Además, indicó que tiene una mesa, que algunos conocidos le guardan hasta que tenga su lugar, pero sin sillas.

Al mismo tiempo, Nora busca trabajo. Hasta mayo trabajaba en un geriátrico, pero la despidieron y ahora reparte currículums: «Yo trabajaba cuidando a los residentes de noche, me quedaba a dormir en el geriátrico».

Para poder comunicarse con ella y ofrecerle ayuda, ya sea con muebles o una oportunidad de trabajo, puede comunicarse con su celular: 0353-154180194.

¿Qué pasó con la usurpación?

Arena, quien contó su historia a El Diario en abril de este año, recordó que su casa, ubicada en la colonia San Juan Bautista, fue usurpada hace tres años y aunque acudió en varias ocasiones a la policía, no se la quisieron quitar. la queja.

En mayo de este año, luego de que se publicara la nota donde decía que estaba en la calle, la Justicia dictó el desalojo con plazo hasta el 5 de agosto de 2022.

En un principio, la mujer que hoy usurpa la casa y que no paga un peso de renta desde hace tres años y no tiene contrato, fue “a verla”, pero días después entró impulsivamente y nunca salió.

Dice que se ocupaba de la casa, pero no lo hace. Estoy solo, sin hogar y sin trabajo y tengo dos hijos. Cuando la llamé para que me devolviera mi casa, me ignoró. Parece que ella respeta más al que está usurpando que al dueño de la casa”, dijo Nora.

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