“Ante la situación que se ha generado nuevamente en el departamento de Matagalpa, con el auspicio de las altas autoridades de la Iglesia Católica, Diócesis de Matagalpa, encabezada por el obispo, Monseñor Rolando José Álvarez Lagos, quien aprovechándose de su condición de líderes religiosos, utilizando los medios de comunicación y redes sociales, pretenden organizar grupos violentos, incitándolos a realizar actos de odio contra la población, provocando un ambiente de zozobra y desorden, alterando la paz y armonía en la comunidad con el fin de desestabilizar el Estado de Nicaragua y agredir a las autoridades constitucionales”, dice textualmente el comunicado de la Policía.
El obispo está sitiado desde el miércoles, y el jueves la policía impidió el ingreso a la Curia Episcopal a sacerdotes y personal de la diócesis. El prelado salió de la residencia acompañado de la imagen del Santísimo Sacramento para rezar, cantar, pedir a la policía que permita el derecho a la libertad religiosa, y la libre circulación del personal del obispo.
las amenazas de murillo
La vicepresidenta designada y esposa del gobernante. sandinista Daniel Ortega, Rosario Murillo, amenazó con prisión a la obispo de las Diócesis de Matagalpa y Estelí, Monseñor Rolando Álvarez, afirmando “que no se deben quebrantar las leyes y mucho menos cometer delitos”.
Álvarez permanece recluido en la Curia Episcopal donde el viernes ofició misa desde su encierro porque el régimen le impide salir de la residencia para oficiar misa en la catedral de Matagalpa.
Álvarez, ofició una misa desde su residencia el viernes porque la policía mantuvo cercada su casa por tercer día consecutivo, mientras que funcionarios del régimen sandinista sugirieron que podrían arrestarlo por “delitos de odio” y por “incitar a la violencia”.
“Veremos hasta dónde nos llega la comida”, dijo Álvarez, quien permanece dentro de su casa supervigilada, que es también sede de la Curia Episcopal. Según indicó, lo acompañan varios religiosos de Matagalpa, ciudad ubicada a unos 130 kilómetros al norte de Managua.
Durante la homilía retransmitida en redes sociales, el prelado afirmó que tiene fortaleza espiritual. “Los sacerdotes y los jóvenes que están recluidos en nuestra Curia Episcopal de Matagalpa, ¿qué vamos a hacer? Tenemos alegría en el corazón, fuerza interior y paz en la vida”, aseguró.
Monseñor Rolando Álvarez
Captura de pantalla/Medios Diócesis-Canal Católico-Video
El lunes, la dictadura orteguista cerró ocho estaciones de radio y un canal de televisión en Matagalpa por supuestos problemas técnicos. Siete de las emisoras clausuradas pertenecían a la diócesis provincial que administra Álvarez, entre ellas Radio Católica del municipio de Sébaco, cuyo sacerdote Uriel Vallejos fue asediado por la policía dentro de la Casa Cural de la localidad norteña.
Según medios locales, Vallejos habría logrado salir la noche del jueves de ese lugar a “un lugar seguro”, pero esta información no ha sido confirmada por el sacerdote.
En la ciudad de Matagalpa, la policía acordonó desde el miércoles los alrededores de la residencia del obispo Álvarez, quien desde la esquina de su casa desafió a los agentes armados con un crucifijo. Posteriormente, la policía le impidió salir de su casa para oficiar una misa en la catedral y desde entonces tiene bloqueado el acceso a su residencia y a su curia.
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AFP
En declaraciones el viernes a la televisión oficial, Murillo aludió por segundo día consecutivo a monseñor Álvarez, cuando sin mencionarlo criticó los «pecados contra la espiritualidad» y «el exhibicionismo del odio».
“El odio es un delito, y todo delito es un delito que debe ser investigado y las instituciones respectivas tomar las medidas, para que nunca más la violencia o el odio traten de arrebatarnos la paz”, amenazó el señalado.
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Rosario Murillo, vicepresidenta y esposa de Daniel Ortega
EFE/JORGE TORRES
Más temprano, el diputado sandinista Wilfredo Navarro, uno de los directores del Parlamento, acusó a monseñor Álvarez de montar «un espectáculo mediático» frente a la Policía y de estar «nuevamente incitando a la violencia y al desorden».
Navarro, quien anteriormente fue un crítico de Ortega y se «convirtió» al sandinismo para seguir ocupando un cargo en la legislatura, dijo que Álvarez «lideró el fallido golpe de estado» junto a otros sacerdotes, en alusión a las protestas sociales de 2018 que pusieron a los orteguistas régimen en jaque. Agregó que entonces las iglesias eran «cuevas de criminales y asesinos» y que hoy el obispo de Matagalpa está «volviendo a convertir la iglesia en cuartel donde se guardaban las armas y donde se planeaba la violencia».
“Sobre su cabeza se derrama la sangre de los nicaragüenses, de los policías y de los sandinistas que fueron asesinados”, argumentó Navarro tras señalar que “este señor Álvarez no está por encima de la ley” y que “su sotana no le da impunidad”. ”.
La dictadura sandinista mantiene en prisión a casi 190 personas, según la oposición, la mayoría arrestadas durante la campaña electoral de 2021, luego de la cual Ortega fue reelegido por cuarto mandato consecutivo en medio de un fraude electoral. Siete de los capturados eran precandidatos a la presidencia que querían disputar el poder.
