
Hace un par de días se anunció que el estado de Texas en los Estados Unidos, sufrió uno de los peores masacres de la historia, porque un chico de 18 años llamado salvador ramosdecidió ingresar a la Escuela Primaria Robb en Uvalde para empezar un tiroteo hacia los estudiantes y profesores que se encontraban en su camino, dejando 21 muertos. A pesar de esta situación, hubo algunos supervivientes quienes hablaron sobre el evento aterrador que vivieron, incluido un niñito quien narró parte de la tiroteo señalando algunos palabras del multihomicidio.
Fue a través de un noticiero local, donde un niñito 9 años cuya identidad no fue revelada a pedido de sus padres, quienes narraron desde su punto de vista la sacrificio ya que, según sus palabras, escuchó los primeros disparos fuera del salón de clases para luego alertar a su compañero de banco para que se escondiera debajo del escritorio para protegerse.
“Disparó a la puerta del salón de al lado. Tenemos una puerta que conecta las dos habitaciones. Entró en nuestro salón de clases, se agachó un poco y comenzó a gritar: ‘Es hora de morir’. Empezó a disparar, y los disparos eran muy fuertes, lastimándome los oídos”, informó el niño.
Entre los momentos de mayor desesperación fue cuando los elementos policiales ingresaron a la escuela y se enteraron de lo que pasaba, por lo que uno de ellos señaló que si alguien necesitaba ayuda, gritaría. Sin embargo, un compañero de clase del niño gritó y salvador ramos no dudó en dispararle.
“La policía entró a la escuela y empezaron a decir que si alguien necesitaba ayuda, gritar. Una de mis amigas gritó ‘Ayuda’ y el asesino la escuchó primero. Inmediatamente le disparó”, afirmó.
Una niña se manchó de sangre para que pareciera muerta
Después de pasar un par de días sacrificio que sufrió Texas con el tiroteo en la escuela robar por salvador ramosla supervivientes Han salido a contar sus testimonios de los horribles momentos que sufrieron dentro del aula ese día, como también fue el caso de Miah Cerrillo, una niña de 11 años que explicó que varias balas le atravesaron la cabeza y los hombros.
A pesar del terror que estaba sufriendo, Miah Cerrillo llamó a la línea de emergencia para pedir ayuda y es que Ssalvador ramos Ya había pasado a otra habitación, donde, según el testimonio, se escucharon muchos disparos, así como gritos y llantos de algunos niños.
Para evitar que Ramos regresara a la sala de Miah Cerrillo y pudiera matarla, la pequeña mojó sus manos en la sangre de uno de sus compañeros muertos para que pudiera untarla por su cuerpo y así aparentar estar muerta.

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