
las vacaciones de la reina letizia y el rey Felipe con sus dos hijas, la Princesa Leonor y el Infanta Sofía, en Palma de Mallorca han empezado con buen pie. Sin embargo, este pasado miércoles 3 de agosto, el monarca presidió la celebración del 40 aniversario de la Copa del Rey de vela en el Club Náutico del balneario.
Aunque podría formar parte de su agenda real, el actual jefe de Estado disfruta de sus días en alta mar porque es un apasionado de este deporte y, como bien sabemos, es tradición que los Borbones asistan y disfruten de las regatas.
Según ha podido saber la revista “Lectures”, el Rey Juan Carlos es un gran aficionado a la vela y, por ello, “inculcó a sus hijos su pasión por las embarcaciones”. El ejemplar no tarda en señalar que, desde niño, Felipe VI y sus hermanas pasaban largas jornadas en el Real Club Náutico de Palma y aprendían con gusto esta disciplina.
A raíz de ello, el citado medio aseguró a sus lectores que tanto la Heredera al Trono de España como su hermana menor, Sofía de Borbón, muy a menudo insinúan que «no van a seguir la tradición familiar». ¿La razón de esto último?

“Si bien ya se ha podido ver al Rey de España entrenando antes del inicio de la competición a bordo del Aifos 500, con el que compite en la categoría FMW ORC 1, no hay ninguna imagen de las jóvenes sobre un barco”, asegura. la revista
Según el citado diario, las nietas de la reina Sofía darían la espalda a la costumbre borbónica por seguir los pasos de su madre, la monarca nacida en Oviedo, a quien no le «entusiasma» dedicar sus ratos de ocio a esta práctica tan habitual en ella. esposo.

Como es de público conocimiento, la Reina Sofía se encargó durante años de que cada uno de sus nietos participara en los cursos de verano que la isla española ofrece anualmente, para que los niños aprendan el deporte y adquieran experiencia con el tiempo.
Sin embargo, la longeva monarca nunca logró fichar a sus nietas menores, las Princesa Leonor y el Infanta Sofíaen dicha rutina y los rumores apuntan a la reina letizia. Su Majestad habría negado a su suegra llevar tal atributo con las niñas, es decir, no permitió que la Princesa de Asturias y la menor de su familia adquirieran dicha habilidad en aguas de Palma de Mallorca.