La sequía hace estragos en la producción argentina y la campaña espesa, con la soja y el maíz como protagonistas, es un claro ejemplo de los enormes daños que puede causar el clima cuando no acompaña, sobre todo en un negocio al aire libre como los campos. Esta semana se registraron esas lluvias esperadas en muchas zonas del país, como ocurrió en la región pampeana.
Los volúmenes alcanzados, dependiendo de la zona, en muchos casos superaron los 100 mm e incluso en varios distritos el monto acumulado fue cercano a los 200 mm. Para la campaña espesa 2022/2023 está claro que poco o nada aprovecharán estas precipitaciones. Ahora bien, cuánto sirven para la implantación de trigo para el ciclo 2023/2024.
De la mano de los expertos, hay una conclusión acertada: hace falta mucha lluvia. Cabe señalar que en la zona pampeana faltan aproximadamente 950 mm. “Es un año lluvioso”, dice una conocida fuente.
En cualquier caso, para intentar dar respuesta al dilema planteado, los especialistas consultados consideran que existe una necesidad extrema del primer metro de suelo, dado que la cantidad de agua en los perfiles es prácticamente nula. Y aclaran: “tendría que llover mucho más para tener algo de tranquilidad”.
Estrategias ligadas al clima
Como está la situación, debe llover por lo menos 300 mm para poder sembrar y sostener. “Hay un déficit muy grande en los perfiles de humedad”, remarcan desde la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
Al enumerar las zonas más complicadas mencionan: “no hay agua en el sur de Santa Fe, norte de Bs. As. y Entre Ríos”. Por ello, afirman: “la situación es muy grave”.
En medio de este escenario, el productor debe planear bien su estrategia, que sin duda dependerá de los pronósticos del tiempo para las próximas semanas. La incertidumbre es grande porque se espera un otoño con lluvias medianamente normales pero, al mismo tiempo, con temperaturas algo superiores a la media.
En el caso específico del trigo, es un cultivo que necesita la mayor cantidad de humedad posible. “Es clave y puede garantizar el 50% del éxito de la campaña”, dicen productores y asesores. Ahora bien, ¿esa humedad está garantizada? No por ahora, tendrán que caer más lluvias durante el período otoñal para una siembra segura porque, como dicen en el campo, “el que se quema con leche ve una vaca y llora”.
