abril 25, 2024

Lógica nazi: una cuestión de “espacio”

El plan de Hitler para exterminar a los judíos europeos era un secreto de estado compartido solo con Himmler, quien fue el responsable de poner en práctica la Solución Final. Fue en 1943 cuando a oficiales de las SS y líderes del partido nazi se les verbalizó que el exterminio era necesario. El origen-según el historiador Rafael Rafecas [Historia de la Solución Final], fue la búsqueda del “espacio vital” resultante de “los fatídicos meses del verano y otoño de 1941, del Plan Siberia, que consistía en generar un corredor al este de Europa para el asentamiento de los judíos desplazados. Este plan se frustró después de la derrota de las tropas alemanas por parte de Stalin. Fue el preludio de la “cuestión judía” [Shoá] a escala europea. Si no tenemos espacio para los judíos, entonces no hay más… Rafecas nos dice: “La transición de la lógica nazi del imperialismo racial, de las expulsiones a los asesinatos masivos, se dio en las operaciones de guerra en la URSS, y no en Polonia. …siendo el curso de la guerra antibolchevique, lo que posibilitó la radicalización del temprano consentimiento judeofóbico hitleriano, sustentado en la complicidad de los perpetradores y colaboraciones […] La indiferencia cómplice de la población local, mucho antes de la apertura del Frente Oriental y las secuelas de Pearl Harbor, fue delirante y trágica.

Queja [Rafecas] que persiste la impresión tranquilizadora de que el exterminio se produjo pura y exclusivamente “a merced del voluntarismo de un puñado de líderes psicópatas encabezados por Adolf Hitler”. Pero desde la retina de la psicología social (Zygmunt Bauman, Giorgio Agamben, Enzo Traverso) la Solución Final [exterminar a los judíos]no fue determinado solo por unos alemanes locos [Hitler, Göring, Himmler, Goebbels] sino por la aquiescencia de comunidades enteras que, en plena modernidad, no detuvieron la masacre… La pregunta de Hanna Arendt a los alemanes y compatriotas judíos nunca fue más relevante: el tema no es por qué obedecieron, sino por qué cooperaron.

Complicidad, limpieza política, ideológica y étnica.

El 1 de abril de 1933 se puso en funcionamiento el primer campo de concentración fuera de Múnich: Dachau. […] El Lager (Dachau/ el establishment) previsto para el encarcelamiento, “prisión preventiva” de funcionarios comunistas, del Reichsbanner [fuerza de choque favorable a la República de Weimar] y socialdemócratas. Comenzó una estrategia furtiva de segregar a comunistas y socialdemócratas. Cárcel, muerte, tortura y exilio sobre la base de la “Ley de Incendios del Parlamento” del régimen. Más de 3.000 diputados socialdemócratas fueron encarcelados. Luego [Hitler] apunta a sectores de izquierda –rivales históricos de los nazis– ya la minoría judía para “erradicar su influencia”.

En Europa del Este, los judíos se destacaron en los negocios y las finanzas; periodismo, actividades culturales; medicina y derecho; política liberal y de izquierda. El blanco de la agitación antisemita comenzó reprochándoles «el éxito económico y la creciente visibilidad colectiva sin poder político». “Para el nazismo, los judíos, el peligro judío y la lucha sin fronteras contra ‘el judío’, eran un mito movilizador del régimen” concluye Rafecas… Había llegado el momento de sacudir el eslogan de Goebbels ‘¡Los judíos tienen la culpa! !’ y obligar al pueblo alemán a «combatir esta amenaza mortal con todas las fuerzas disponibles, ofreciendo a los miembros del partido el aumento necesario de la compensación».

El obispo Otto Dibelius, la principal autoridad protestante de Alemania, justificó las acciones del nuevo régimen en un discurso radial a los EE. UU. “Mis queridos hermanos: […] Siempre me he considerado antisemita. No se puede ignorar que los judíos jugaron un papel importante en las manifestaciones más destructivas de la civilización moderna. [Friedländer, 2009: 68-69].

La radicalización del problema judío

Himmler no se cansaría de repetir públicamente; ob cit: “Decidí encontrar una solución absolutamente clara. Y es que no me sentía con derecho a extirpar a los hombres y dejar crecer a los menores para que se vengaran de nuestros hijos y nietos. Me hubiera parecido una cobardía.” Y la “cuestión judía” fue cobardemente “resuelta”, exterminándolos sin piedad.

Luego el gaseamiento en el gueto de Lodz en Wartheland/Polonia; la apertura del campo de concentración de Dachau [1933]Sachsenhausen (1936), Buchenwald (1937), Mauthausen y Flossenbürg (1938) y Ravensbrück (1939) [un campo exclusivo para mujeres]; de Belzec, [1942], el aniquilamiento sistemático de judíos europeos en Sobibór, los crematorios abiertos de Treblinka; el discurso de la “guerra total”; la propaganda nacionalsocialista que culpaba a los judíos de manipular -desde la sombra- a la dirigencia política norteamericana y soviética; la responsabilidad de haber desatado la guerra contra Alemania -sic-; la masacre de los judíos en Riga, la capital de Letonia, [entre el 7 y el 9/12/1941, donde fue asesinato el más destacado historiador judío, Simón Dubnov [81 años]y Auschwitz…sucedieron arbitrariamente, tiránicamente, con impunidad, frente al mundo moderno.

La empresa criminal más grande de la historia que aniquiló a 6 millones de judíos, 1,5 millones de niños y asesinó a más de 50 millones de almas, fue un proceso predecible de radicalización que se desarrolló sin resistencia local o global. La propaganda hizo el resto. ¿Historia repetida y predecible de alineación en el siglo XXI? ¿Cooperación, por acción u omisión? ¿La Justicia Penal Internacional lo frena? ¿La responsabilidad de proteger aún no está regulada?…

Dubnov, enfermo y febril, con piernas débiles, no podía moverse lo suficientemente rápido para salir del gueto hacia el lugar de ejecución, y un guardia le disparó en la espalda. Según el relato, las últimas palabras de Dubnov al caer fueron: “Schreibt un farschreibt!”: “¡Escribe y regístrate!

Vale la pena citar a Theodor Adorno: “la exigencia de que no se repita Auschwitz es la primera de todas en la educación”. Y eso es lo que intentamos: escribir, grabar, educar…

@ovierablanco
Embajador de Venezuela en Canadá


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