
los Rey Juan Carlos finalmente aceptó la sanción de Hacienda, tras confesar los delitos pagados por varios empresarios.
Su Majestad firmó un acta de conformidad con la Agencia Tributaria, añadida a las normas voluntarias que realizó por importe de cinco millones de euros. De esta forma, evitó la acusación por varios delitos fiscales posteriormente validada por la Fiscalía del Tribunal Supremo, incluso con aviso de que estaría siendo investigado.
Las instituciones judiciales a cargo del caso solicitaron a la ex amante de la Rey Juan CarlosCorinna Larsen, para precisar el número de cacerías a las que acudió el emérito tras dejar los cargos de jefe de Estado.
También se le preguntó por los nombres de los magnates encargados de pagar los gastos de esos carísimos vuelos privados.

Además, se pedirá al Monarca aquellos obsequios adicionales como zapatos a medida y jamones ibéricos, cuyo importe supuso un incremento patrimonial injustificado cuando dejó de ser jefe del Estado.
Don Juan Carlos admitió no pagar ningún precio por esos viajes, por lo que Hacienda le sancionará por los datos anteriores y exigirá el pago al padre del rey Felipe. Las cantidades reclamadas por la Agencia Tributaria no alcanzan los 120.000 euros, por lo que no serían consecutivas al delito fiscal.