Él rey felipe No quiso perderse el acto que conmemoraba el 30 aniversario de su promoción como Licenciado en Derecho y ayer regresó a la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), donde vivió uno de los momentos más especiales de su vida.
Siendo aún Príncipe de Asturias, el rey felipe Estudió en la UAM desde octubre de 1988 hasta junio de 1993, donde también realizó algunos cursos de Economía, antes de completar su formación académica con un posgrado en la Universidad de Georgetown, en Estados Unidos.
Mientras los estudiantes lo vitoreaban con «¡Viva el rey!» y «¡Viva España!», el rey felipe Le hacía ilusión volver a la Universidad que, según ha dicho, tanto le dio.
“No puedo ocultar la enorme alegría de reencontrarme con ustedes, compañeros, profesores, profesores y personal de administración y servicios de mi querida Facultad de Derecho, en este aniversario tan especial. Es alegría y también es una impresión lógica ver que el figura nos lleva tan atrás en el tiempo; recordar cómo éramos, qué pensábamos sobre el futuro y sobre ese presente, que visto a partir de 2023 parece, sinceramente, de otra época”, reflexionó la Monarca.
Siendo Presidente de Honor de la Asociación de Antiguos Alumnos de la UAM, Don Felipe recordó que sus profesores “nos enseñaron Derecho, pero sobre todo nos formaron en los principios y valores que deben inspirar el derecho y la aplicación concreta de la norma. Principios como la justicia , la igualdad, la equidad, la proporcionalidad, la seguridad jurídica son las que efectivamente contribuyen a hacer una sociedad más incluyente, solidaria, igualitaria y justa. En definitiva, nos instruyen en la idea de que el valor del derecho en la sociedad se orienta hacia la promoción de la la justicia, el bien común, la convivencia y la seguridad; que el fin ideal del derecho es la justicia”, concluyó.
Tras reconocer que este miércoles tuvo una reunión informal con sus excompañeros, el rey felipe Explicó que “hacemos estos encuentros para recordar lo vivido en años que fueron muy intensos y cuyo balance es extraordinariamente positivo; para valorar lo que hemos aprendido de nuestros profesores, maestros, y también entre compañeros; y, finalmente, para reafirmar el legado de los que lamentablemente ya no están con nosotros.