El canciller Kwasi Kwarteng ha confirmado que el gobierno no procederá con los planes para reducir la tasa impositiva de 45 peniques para las personas con mayores ingresos, pero insiste en que no renunciará, en lo que se ha acuñado como un cambio de sentido humillante para el gobierno del Reino Unido.
Descrito como un recorte de impuestos para los ricos, se estableció en su llamado mini-presupuesto el 23 de septiembre y provocó turbulencias en los mercados.
Pero, en una declaración el lunes, Kwarteng dijo: «Lo entendemos y lo hemos escuchado», en respuesta a la feroz oposición de los mercados, los partidos rivales y algunos parlamentarios conservadores.
El Canciller hablará en el segundo día de la conferencia del Partido Conservador en Birmingham, donde los manifestantes expresaron su preocupación por los planes del gobierno de realizar recortes de impuestos por valor de alrededor de 50.000 millones de euros con el objetivo de estimular el crecimiento económico.
El anuncio del minipresupuesto hizo que la libra esterlina cayera a mínimos históricos y obligó al Banco de Inglaterra a lanzar una intervención de emergencia para estabilizar la economía.
Las propuestas también fueron criticadas en una interjección rara y condenatoria del Fondo Monetario Internacional, que advirtió que la medida aumentaría la desigualdad.