el caso de cáncer infantil que llega al Senado

04/10/2022 a las 16:54

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Rubén, de Requena, tiene 20 meses y sufre un tumor cerebral que le ha hecho pasar 7 operaciones | Su madre pide más inversión en investigación y diagnóstico precoz mientras Mulet lleva el caso a la Cámara Alta

Salen las cifras que rodean el caso ‘Superbollete’ perplejo Para cualquiera. Su cuerpo ha soportado siete operaciones, una de ellas de 15 horas; 30 sesiones de radioterapia, una traqueotomía y cuatro ciclos de quimioterapia. Cuando uno descubre, además, que Rubén (ese es su nombre) solo tiene 20 meseses inevitable que la pena no se apodere de uno.

El pasado mes de septiembre ha sido el mes de la conciencia de cáncer infantil Y este es precisamente uno de los objetivos que se marcó Marian Martínez cuando abrió un perfil en Instagram en el que relata el día a día de su pequeño hijo, al que cariñosamente llaman ‘Superbollete’. Rubén es blanco, redondo y muy, muy sonriente. Esto se percibe simplemente al ver las imágenes que su familia comparte de él en las redes, lo que no se ve a simple vista es que él también es muy fuerte y que ha sabido superar un complicado operación en el cerebro en la mitad del tiempo esperado.

Este niño de Requena sufre una ependimoma, un tumor que puede desarrollarse en el cerebro o la médula espinal. El ependimoma ocurre en niños y adultos, y en los niños es más común encontrar este tumor en la mitad inferior del cerebro. Exactamente donde estaba ubicado el Superbollete, en la zona de la nuca.

«Tenía un tumor del tamaño de una naranja en el cerebro»

Toda esta pesadilla empezó en octubre del año pasado cuando, tras numerosas visitas al pediatra de su centro de salud, donde en un principio «achacaban sus problemas de salud a los virus e incluso intolerancia a la lactosa“Lograron ser atendidos en el hospital de requena, Luego de varias pruebas en este centro, fue derivado al hospital de fe. Allí, tras unas horas en el hospital, el bebé volvió a vomitar: «cuando llegaron los sanitarios a la habitación se dieron cuenta de que no era vómito, sino un convulsión«. Los Connecticut al día siguiente reveló que había daño cerebral. Así que el 9 de febrero la familia rrecibió el temido diagnóstico. Los vómitos, la cabeza inclinada y la pérdida del equilibrio al ponerse de pie se debían al cáncer. “A un ependimoma del tamaño de una naranja. La suerte que tuvimos es que mi hijo aún no tenía los huesos del cráneo fusionados, sino lo hubiera matado”, recuerda Marian.

Una operación de 15 horas extirpó gran parte del tumor pero después de este gran susto, vino a enfrentar las consecuencias. Debido al gran tamaño del tumor de Rubén y a su ubicación, el pequeño tiene problemas de visión y audición en el lado izquierdo. Además, se quedó mitad cuerda vocal y mitad membrana paralizadas. También ha sido necesario realizar un traqueotomía y un PEG (una sonda de alimentación flexible a través de la pared abdominal hasta el estómago). En su cabeza ha insertado un catéter para drenar el líquido cefalorraquídeo.

“Después de la operación nos dijeron que tardaría al menos cuatro meses cuando su cerebro volvió a ‘reconectar‘. Cuando llegamos a casa estaba casi como un vegetal”, cuenta a este periódico la madre de Rubén con la fuerza que da haber pasado por un trance tan duro como pocos pueden imaginar. Pero superar el Superbollete dejó impresionados a familiares y médicos: el Dos y medio meses Volvió a sonreír…

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