Soltero y sin hijos, México abrió sus puertas de la mejor manera para Tamara Falcó tras acoger la XIV edición del Congreso Mundial de las Familias, un encuentro católico que duró tres días y que derivó en recetas sobre cómo ser virgen hasta el matrimonio y disfrutar de una familia estable.
En el momento de la cita, la marquesa de Griñón llegó con tres hombres y marcó un recibimiento como si fuera una celebridad de Hollywood. En medio del alboroto por su llegada, subió al escenario y se tomó un momento para hablar sobre su familia, su infancia, la Biblia y su consagración a Dios.
Luego, el moderador del evento le preguntó cómo estaba en referencia a su estado de ánimo. En ese momento bajo un ruidoso silencio y luego de unos segundos, respondió reconociendo que había sufrido una «infidelidad» y que «no sentía odio, sino lástima». “Los que se pierden en las sombras merecen conocer el amor de Dios”, zanjó. Un galopante y largo aplauso estalló entre el público que no dudó en aclamarla de pie. Antes de retirarse, posó para selfies con los jóvenes.

Semanas caóticas vividas Tamara Falcó desde que rompió su noviazgo con Íñigo Onieva tras enterarse por un vídeo de que le era infiel en el festival de música Burning Man en el desierto de Nevada (EEUU). Este viaje a México tenía como objetivo no solo cumplir con su agenda, sino tomar un respiro y dejar todo el escándalo fuera del camino. Hija de Isabel Preysler y Carlos Falcó, busca la paz y eso significa tener contacto cero con todo lo que se vincula con el empresario.
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