abril 24, 2024

tener un aliento fresco Puede parecer una tarea titánica para algunos, el mal aliento es un tema vergonzoso, incómodo y que sin duda nos genera inseguridad. La mayoría de las veces es posible solucionarlo con una buena higiene bucal -que no implica nada especial-. Aunque en contadas ocasiones puede convertirse en una enfermedad que claramente debe ser tratada por un profesional. No buscamos dar aquí una solución clínica, simplemente te damos recomendaciones efectivas que te ayudarán a tener una aliento fresco en todo momento.

Qué causa el mal aliento

Quizás la respuesta a esta pregunta no sea del agrado de muchos, pero sí una mala noticia para nosotros, los mal aliento puede ser causado por varios factores. La más conocida es la provocada por la ingesta de alimentos que la favorecen, ejemplos de ello son el ajo, la cebolla cruda, el rábano o el alcohol. Este último lo podemos relacionar fácilmente con el siguiente factor que provoca la mal aliento: boca seca. Las bacterias que ahí habitan son buenas, ya que ayudan al proceso digestivo, el problema viene cuando hay un exceso de estas por falta de higiene o líquidos, acumulándose entre los dientes provocando aliento pesado.

El exceso de bacterias puede causar mal aliento.

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Finalmente fumar nos aleja de un aliento fresco, independientemente del mal olor que genera de forma natural, también reseca la boca y en casos puntuales, puede llevar a nuestro organismo a sufrir graves enfermedades. Una excelente excusa para dejar de fumar.

Rompiendo mitos sobre la higiene bucal

Antes de que nos llueva la crítica, queremos aclarar que los aspectos mencionados a continuación no están siendo tildados de ineficientes; sólo consideramos que no son lo suficientemente efectivos para acabar definitivamente con la mal aliento.

Usar enjuague bucal: obviamente promueve un aliento fresco, pero debes ser consciente de que se hace de forma temporal. Veámoslo como un repaso, que en el mejor de los casos matará las bacterias por un tiempo limitado.

Lavando los dientes: Sin duda, la base de toda buena higiene bucal es el cepillado, pero también es importante mencionar que esto no será suficiente. Muchas bacterias y alimentos quedan atrapados en zonas donde las cerdas no pueden llegar, además de que no será suficiente para limpiar los dientes, la lengua también acumula gran parte de las bacterias. Los expertos recomiendan cepillarse los dientes durante dos minutos, al menos dos veces al día.

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