Debido a sus poderosas propiedades antioxidantes, antimicrobianas, sedantes, calmantes y antidepresivas, los beneficios del aceite de lavanda abundan y se ha utilizado tanto cosmética como terapéuticamente durante siglos.
Los egipcios usaban la lavanda para la momificación y como perfume. De hecho, cuando se abrió la tumba del rey Tutankamón en 1923, se dijo que había un ligero olor a lavanda que aún podía detectarse después de 3.000 años.
Los textos de aromaterapia antiguos y modernos abogan por el uso de la lavanda como aceite esencial antibacteriano. Las hojas y tallos de la planta se utilizaban para preparar decocciones contra las enfermedades del sistema digestivo y el reumatismo, y la lavanda era valorada por sus fines cosméticos.
Las investigaciones muestran que los romanos usaban aceite de lavanda para bañarse, cocinar y purificar el aire. En la Biblia, el aceite de lavanda se encontraba entre los aromáticos que se usaban para ungir y sanar.
Debido a que el aceite de lavanda contiene propiedades tan versátiles y es lo suficientemente suave como para usarlo directamente sobre la piel, se considera un aceite imprescindible, especialmente si recién comienza a usar aceites esenciales para su salud. La ciencia ha comenzado recientemente a evaluar la gama de efectos sobre la salud que contiene el aceite esencial de lavanda, pero ya existe una gran cantidad de evidencia que apunta a las increíbles capacidades de este aceite.
Hoy en día, la lavanda es uno de los aceites esenciales más populares del mundo y por una buena razón. La gente está empezando a darse cuenta de los beneficios del aceite de lavanda para su cuerpo y su hogar.
1. Protección antioxidante
Los radicales libres, como las toxinas, los productos químicos y los contaminantes, son posiblemente el factor de riesgo más peligroso y común para todas las enfermedades que aquejan a los estadounidenses en la actualidad. Los radicales libres son responsables de apagar su sistema inmunológico y pueden causar un daño increíble a su cuerpo.
La respuesta natural del cuerpo al daño de los radicales libres es crear enzimas antioxidantes, especialmente glutatión, catalasa y superóxido dismutasa (SOD), que evitan que estos radicales libres causen daño. Desafortunadamente, su cuerpo puede volverse deficiente en antioxidantes si la carga de radicales libres es lo suficientemente grande, lo que se ha vuelto relativamente común en los EE. UU. debido a la mala alimentación y la alta exposición a las toxinas.
Afortunadamente, la lavanda es un antioxidante natural que actúa para prevenir y revertir enfermedades. Un estudio de 2013 publicado en Phytomedicine descubrió que aumentaba la actividad de los antioxidantes más poderosos del cuerpo: glutatión, catalasa y SOD. Estudios más recientes han indicado resultados similares, concluyendo que la lavanda tiene actividad antioxidante y ayuda a prevenir o revertir el estrés oxidativo.
2. Ayuda a tratar la diabetes
En 2014, científicos en Túnez se propusieron completar una tarea fascinante: probar los efectos de la lavanda en el azúcar en la sangre para ver si puede ayudar a revertir la diabetes de forma natural.
Durante el estudio con animales de 15 días, los resultados observados por los investigadores fueron absolutamente sorprendentes. En pocas palabras, el tratamiento con aceite esencial de lavanda protegió al cuerpo de los siguientes síntomas de la diabetes:
- Aumento de la glucosa en sangre (el sello distintivo de la diabetes)
- Trastornos metabólicos (especialmente metabolismo de las grasas)
- Aumento de peso
- Depleción de antioxidantes hepáticos y renales
- disfunción hepática y renal
- Peroxidación lipídica hepática y renal (cuando los radicales libres “roban” las moléculas de grasa necesarias de las membranas celulares)
Aunque se necesita más investigación para comprender la capacidad total de la lavanda para prevenir o revertir la diabetes, los resultados de este estudio son prometedores e indican el potencial terapéutico del extracto de la planta. Para usar para la diabetes, úselo tópicamente en el cuello y el pecho, difúndalo en casa o complemente con él.
3. Mejora el estado de ánimo y reduce el estrés
En los últimos años, el aceite de lavanda se ha puesto en un pedestal por su capacidad única para proteger contra el daño neurológico. Tradicionalmente, la lavanda se ha utilizado para tratar problemas neurológicos como migrañas, estrés, ansiedad y depresión, por lo que es emocionante ver que la investigación finalmente se pone al día con la historia.
Hay varios estudios que muestran los efectos de la planta sobre los niveles de estrés y ansiedad. Un estudio de 2019 encontró que la inhalación de Lavandula es uno de los aceites ansiolíticos más potentes, reduce la ansiedad perioperatoria y puede considerarse un sedante potencial para pacientes que se someten a procedimientos quirúrgicos y anestesia.
En 2013, un estudio basado en evidencia publicado por International Journal of Psychiatry in Clinical Practice encontró que complementar con cápsulas de 80 miligramos de aceite esencial de lavanda ayudó a aliviar la ansiedad, los trastornos del sueño y la depresión. Además, en el estudio no hubo efectos secundarios adversos, interacciones medicamentosas ni síntomas de abstinencia por el uso del aceite de lavanda.
El International Journal of Neuropsychopharmacology publicó un estudio en humanos en 2014 que reveló que Silexan (también conocido como una preparación de aceite de lavanda) era más eficaz contra el trastorno de ansiedad generalizada que los placebos y el medicamento recetado paroxetina. Después del tratamiento, el estudio no encontró casos de síntomas de abstinencia o efectos secundarios adversos.
Otro estudio publicado en 2012 involucró a 28 mujeres posparto de alto riesgo y notó que al difundir lavanda en sus hogares, tuvieron una reducción significativa en…